Para que crezcan sanos y sepan cuidarse en el futuro debes enseñar a tus niños a comer bien. Lo ideal es que lleguen a pensar que una fruta o un yogur son tan apetecibles como una golosina. Te recordamos los alimentos que nunca deben faltar en su dieta y los que deberían ser una excepción.
Es muy fácil contentar a un niño con una golosina, pero no le estás haciendo ningún favor. No se trata de que sigan una dieta inflexible, sino de que los caprichos sean algo excepcional y de que ellos mismos sean capaces de distinguir los alimentos que más les convienen. Así evitarás problemas inmunológicos, trastornos de alimentación, caries y enfermedades tan graves como la obesidad y la diabetes, que afectan a niños cada vez más pequeños.Aquí tienes una lista básica con diez alimentos que no deben faltar en su dieta y otros diez que deberías evitar.
1. Desayuno energético
Es una de las comidas más importantes del día, que debe aportarles una buena parte de los nutrientes que deben tomar diariamente. Si se saltan el desayuno empezarán el día sin fuerzas y será difícil que el resto de comidas puedan aportar todo lo que necesitan. Procura que el desayuno incluya leche o yogur, pan con mantequilla, cereales o galletas (poco industriales), y una pieza de fruta o un zumo natural.
2. Huevos, la súper proteína
Los huevos tienen la proteína natural animal de mayor calidad, ya que es el único alimento que contiene todos los nutrientes básicos que el organismo necesita. Pero no abuses de este alimento, con tres huevos a la semana tienen suficiente.
3. Grasas saludables
Los niños necesitan grasas para crecer y tener energías suficientes. Lo único que tienes que procurar es que sean de calidad, como las del aceite de oliva, el pescado, los frutos secos, el queso... y no las de los bollos y los pasteles.
4. Yogures a diario
Los yogures son una excelente fuente de calcio para tus hijos; fáciles de digerir y protectores de la flora intestinal. Ideales en el desayuno, la merienda o el postre y lo mejor para los niños a los que no les gusta la leche. Pero selecciónalos bien, porque algunos contienen demasiados azúcares extra. Una idea deliciosa y saludable es añadirle tú los trocitos de fruta.
5. Frutas y verduras
Deben tomar al día al menos cinco raciones de frutas o verduras frescas. Dales fruta de postre y cuando tengan hambre entre horas. Elige frutas que les llamen la atención y prepárales las verduras de forma apetitosa para que les entren por los ojos y el paladar (compra las de temporada). Que en las comidas no falte nunca una ensalada. Mejor zumos naturales que envasados, contienen azúcares encubiertos.
6. Pasta, el gran aliado
Este alimento es el gran aliado de los papás, ya que les encanta a los niños y es muy beneficiosa desde el punto de vista nutricional: aporta hidratos de carbono de digestión lenta, lo que supone grandes reservas de energía y saciarles el hambre durante más tiempo. Además, en los platos de pasta puedes ‘colarles’ verduras, atún, aceitunas, carne, bechamel, moluscos...
7. Patatas todo el año
La patatas son otra excelente fuente de hidratos de carbono de digestión lenta y un alimento que admite muchas preparaciones que gustan a los niños: tortilla, patatas fritas, cocidas, en ensalada, puré... te sirven para preparar platos durante todo el año.
8. Al rico arroz
El arroz blanco con tomate frito es un plato que le gusta mucho a los niños. Con un huevo frito les aportas los hidratos y proteínas que necesitan. Mejor tomate frito de lata o casero que ketchup.
9. Necesitan proteínas
Son imprescindibles para su crecimiento y sus músculos. Lo importante es elegirlas correctamente: carne magra, pescados, queso, pollo, huevo, legumbres... Procura que la cantidad que tomen siempre sea menor que la de hidratos de carbono.
10. Legumbres y cereales
El pan y las legumbres son los alimentos que no deben faltar en la dieta de tus hijos, ya que les aportan la fibra indispensable para que su cuerpo funcione. El pan es fácil de comer, pero procura que sea de panadería, no de molde, colines o tostado, que contienen grasas y azucares. Aunque los niños suelen odiar las legumbres, debes ingeniártelas para que las coman, son un importante seguro para la salud: en purés, en ensalada...
Cuando no estamos presentes no podemos evitar que coman chucherías, pero sí puedes intentar explicarles por qué deben comerlas lo menos posible. Algunos de los peores alimentos para niños, casi todos importados de la nefasta cultura gastronómica americana son:
1. Delicias de pollo
Nos referimos a los típicos trozos de pollo rebozados y fritos que sirven en hamburgueserías o establecimientos fast food. Son pura grasa, tanto por el rebozado como por el aceite en el que se fríen, por no hablar de las salsas que se les echan, cargadas de sal y azúcares.
2. Patatas chips
A los niños les encantan las patatas fritas de bolsa, así que intenta limitarlas a cumpleaños u ocasiones especiales. Pero también son muy populares las de las hamburgueserías con buenas dosis de ketchup: házselas tú en casa. No te olvides de que son un combinado de grasas, sodio y calorías.
3. Bollos
La bollería industrial es uno de los grandes enemigos de los pequeños, ya que sus ingredientes son muy poco saludables: grasas saturadas e hidrogenadas, azúcares, colorantes... muy pocos nutrientes y muchas calorías. Procura hacer dulces caseros y que no coman bollos de ‘fast food’ o rellenos de cremas sospechosas.
4. Barritas de pescado, empanadillas...
Para muchas mamás es la única forma de que sus hijos coman pescado, pero los rebozados caseros siempre resultarán más sanos que los ya preparados con una buena proporción de grasa. Trata de rebozar con harina de pan y huevo el pescado de tus hijos en casa, aunque sea congelado.
5. Perritos calientes
Tienen mucha grasa y mucha sal pero pocas proteínas para tantas calorías. Lo mejor es hacerlos en casa con un pan menos industrial y unas salchichas de más fiabilidad.
6. Los zumos de frutas
La mayorías de los zumos envasados o refrescos de frutas no tienen más de un 10 % de jugo de frutas; el resto es agua y azúcares. Nada como un zumo de frutas frescas recién exprimidas.
7. Sandwiches preparados
Son poco equilibrados, están preparados con grasas, margarina y salsas, tienen sal y azúcares. Es mejor perder cinco minutos en hacerle un sandwich -mejor un bocadillo- en casa con pan de panadería que comprar uno envasado.
8. Pizzas industriales
Las pizzas son un plato muy rico para los niños y muy sano cuando se hacen en casa. Pedir una pizza por teléfono es muy fácil, pero nos están trayendo a casa una bomba de calorías poco interesante nutricionalmente. Las congeladas tampoco son mejores. Hazlas tú en casa con los ingredientes que más les gusten.
9. Refrescos
Son uno de los caprichos que más contribuyen a alimentar la obesidad infantil, ya que contienen grandes cantidades de azúcar o sustitutos poco recomendables. Los niños que se aficionan más a la cocacola que a la leche le hacen un flaco favor a sus huesos, a sus dientes, a su línea y a su salud.
10. Chocolatinas y gominolas
Una merienda a base de pan con chocolate y un vaso de leche es aconsejable para los niños, que gastan tantas energías jugando. Pero las barritas de chocolate con caramelo o las gominolas y chucherías son poco recomendables. Les quitan el hambre, les alimentan poco y les aportan azúcares y grasas innecesarias.
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