Calcio
Entre los alimentos ricos en calcio están la leche descremada o baja en grasa, el yogurt y el queso. Otros como el brócoli, verduras cocidas y salmón, también son excelentes fuentes de calcio. Sin embargo, como ya dijimos, es difícil lograr que los niños ingieran porciones adecuadas de estos alimentos.
Hierro
Las cantidades de hierro necesarias para el correcto funcionamiento del organismo infantil, varían de acuerdo con la edad, la tasa de crecimiento, las reservas de hierro, el aumento de volumen sanguíneo y la tasa de absorción de las fuentes alimenticias. En el grupo de alimentos ricos en hierro se encuentran la carne roja, pescado, aves, cereales fortificados con este mineral, espinacas, verduras, fríjoles y arvejas.
Vitamina C
Se encuentra en cítricos y vegetales y juega un papel importante en la absorción de hierro.
Aunque muchos padres se exceden en las recomendaciones de esta vitamina por sus propiedades en la prevención de resfriados e infecciones del tracto respiratorio, son pocos los estudios médicos que apoyan esta práctica.
Vitamina D
Es absorbida en el cuerpo humano gracias a la radiación solar. En algunos niños la luz solar provee los niveles suficientes de esta vitamina que además contribuye en la fijación del calcio al hueso, por lo que es de gran importancia durante las etapas de crecimiento.
Esta vitamina es importante para la absorción de calcio y fósforo y para el desarrollo del esqueleto y una buena mineralización. Aemás se adiciona frecuentemente a la leche por lo que proporcionar al niño alimentos fortificados en calcio y vitamina D, como yogurt y queso, es mejor que administrarle suplementos vitamínicos.
Vitamina A
Es necesaria para el desarrollo de la vista e importante para la piel y la mucosa, el equilibrio y la resistencia a infecciones. Fuentes importantes de vitamina A son los huevos, el queso y el hígado.
Vitamina E
Tiene propiedades como antioxidante celular y contribuye a retrasar el envejecimiento. Su falta produce anemia hemolítica.
Vitaminas del grupo B
Contribuyen a aportar energía y construir células cerebrales. La vitamina B1 y la niacina ayudan a la producción celular. La B6 protege al organismo frente a las infecciones y la B12 trabaja en el desarrollo de células sanguíneas.
El correcto aporte de vitaminas del grupo B en la dieta protege del lento crecimiento, anemia, problemas oculares, daños en los nervios y problemas cardíacos.
Fuentes de vitaminas del grupo B son el pan, los cereales de grano y el hígado. Algunos alimentos son fuentes importantes de algunas vitaminas del grupo B, como las vainitas y el cerdo de vitamina B1. La carne, huevos y leche son fuente de vitamina B12.
Vitamina K
Interviene en la coagulación de la sangre y en la síntesis de la flora intestinal. Esta vitamina puede ser deficitaria en los recién nacidos, por lo que en algunos casos deben aportarse suplementos vitamínicos si así lo recomienda el pediatra.
Nunca suministres suplementos vitamínicos a tu hijo sin autorización médica
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